Por: Juglar
Buenos días, tardes o noches; según la hora que leas esta columna; como cada quince días, me siento muy contento por compartir contigo, los corrillos, anécdotas ajenas que han llegado a mis oídos, rumores y demás díceres que incluso se retoman en redes sociales por los simples mortales que estamos a la expectativa de esta historia bizarra. Momentos y situaciones que, aunque busquen ser escondidos, siempre sale a flote.
Hoy, martes 01 del décimo mes, del 2024; no podemos dejar de mencionar una fecha muy importante, el día de ayer, se conmemoró un año más del natalicio de José María Teclo Morelos Pérez y Pavón, en Valladolid (hoy Morelia, Mich.), en 1765. Sacerdote, militar y líder insurgente, que fue clave en la lucha por la independencia de nuestro país. Entre sus grandes logros como estratega militar, se encuentra la toma de ciudades importantes como Acapulco, Oaxaca y Cuautla. A diferencia del “padre de la patria”, Morelos, adoptó una táctica militar más disciplinada y estratégica, lo que lo hizo más efectivo en la lucha armada. Y pues que más se puede decir, imagínate, un “sacerdote” que decidió que su misión en la vida no era solo predicar desde el púlpito, sino también dirigir ejércitos y, de paso, jugar a ser estratega militar, un día seguramente aburrido de rezar, decidió que lo suyo, lo suyo, era liberar a lo que se conocía como “Nueva España” del dominio español. Un Sacerdote convertido en general ¿Que podría malir sal?
Decidido a continuar la lucha que Hidalgo, su antiguo maestro había comenzado, tuvo algunas grandes ideas, como convocar el Congreso de Chilpancingo y redactar los Sentimientos de la Nación. ¡Vaya revolucionario! Nada como decirle al mundo que en México se acabarían los privilegios, mientras él lideraba todo como una especie de mesías militar.
En fin, como era de suponerse, el pobre Morelos no tuvo la suerte de los héroes de Hollywood, y terminó capturado por los realistas. Claro, la estrategia militar no era su fuerte, después de todo. Así que lo fusilaron en 1815, cerrando con broche de oro su carrera revolucionaria.
Hoy en día es recordado como uno de los más grandes héroes de México, porque, ¿quién no ama la historia de un cura que se convierte en guerrero?
La gran dinastía del bienestar…
Había una vez, en un pequeño y próspero pueblo llamado “Democracia Ilimitada”, (nada parecido al nuestro), una familia tan unida y talentosa que la genética parecía haberles regalado el don innato de la gobernanza. Todo comenzó con Don Tomas Torres, un hombre carismático y humildemente autoproclamado salvador de dicho lugar. Tras ocupar la presidencia, no tardó en darse cuenta de que la política era algo complicado y solitario. Entonces, en un arrebato de generosidad, decidió invitar a sus amigos a formar parte de su proyecto de transformación, claro que no a cualquiera, puro amigo picudo, de esos con hambre de “ayudar” al prójimo, tan picudos como sus hermanos y primos a quienes también les tocó aportar su pequeño granito de arena para comenzar con dicha etapa…
La gente del país, asombrada por tanta “eficiencia” en los nombramientos, no podía más que aplaudir la increíble capacidad de don Tomás para gobernar todos los aspectos de la vida pública. Cada vez que surgía una vacante en el gobierno, ni siquiera necesitaba hacer entrevistas, pues el talento ya corría por las venas de un hermano o primo de la familia democrática.
Y así, don Tomás y sus amigos gobernaron durante (creo que 3 años), sin que ningún ciudadano pudiera comprender cómo habían tenido la suerte de tener una familia tan increíblemente talentosa para la política. En fin, más pronto de lo que yo me tardo en contar este relato, todo ellos le apoyaron e hicieron de ese lugar el más próspero de todos; al menos así fue narrada la historia… (por don Tomás)
Colorín colorado, este cuento aún no se ha terminado…
Feria trágicamente divertida…
Como pueblo es válido creer, soñar y hasta ilusionarse, de esto trata el presente relato.
En un pueblo incipiente de provincia, sus habitantes soñaban con algo grande; algo que los pusiera en el mapa, algo que hiciera que los pueblos vecinos y tal vez hasta las grandes ciudades, volvieran sus miradas con admiración. Fue entonces cuando a la autoridad local, se le ocurrió una brillante idea: organizar La Feria Regional de “MI CORAZÓN”, esa que cada año había fracasado por falta de apoyo y organización. Y no cualquier feria, no, esta sería LA FERIA, el evento que rivalizaría con los grandes festivales del mundo… al menos en su imaginación.
“Será el evento del año”, proclamaba Don Juan en la plaza, con el pecho hinchado de orgullo. “¡Ora sí, tendremos espectáculos a la altura, artistas y hasta juegos mecánicos de primera línea!”. Claro, nadie mencionaba que el presupuesto apenas alcanzaba para cubrir unas cuantas sillas de plástico y una cuerda para delimitar el espacio, pero Don Juan confiaba en que la magia del bienestar social, la “línia” directa y hasta los rezos a San Juditas (patrón de los casos imposibles), harían el resto. Tristemente, poco tardó en darse cuenta de que, al parecer dicha feria, sería un espectáculo legendario, pero como siempre, por las razones equivocadas.
Queridos lectores, así como don Juan, tomemos en cuenta que, para disfrutar de los grandes espectáculos que la vida nos pone de frente, no se requiere de gran cosa, solamente de actitud, así es, actitud; nos hará falta actitud, mucha, pero mucha: ACTITUD… 
Es así como termino, mi breve aportación, mis ocupaciones son varias y el tiempo es tan corto; de verdad espero que te diviertas con mi estilo, así como yo lo hago al escribir para ti.
Agradezco tu preferencia y te sigo invitando a que, reacciones y compartas para llegar a más personas, al final, de ti depende que me sigan dando la oportunidad de escribir en este espacio. No olvides que puedes escribirme a mi Página @Sr. Juglar.
En fin, esto y más sucedió en el libro de los días, en las redes sociales, la lengua de los chismosos y la palabra de los textos apócrifos, de la cotidiana vida de nuestro pueblito.
Gracias por leerme, hasta la próxima